El poder paralizante de la observación



Nuestra cultura refuerza el hábito de observar sin participar. Lo hacemos cuando estudiamos, cuando vamos al cine o al teatro, diariamente con la televisión. A veces nos comportamos así en las juntas de trabajo e incluso en las reuniones con amigos y familiares.

El observar y callar es la actitud más cómoda para vivir, pues no compromete, ni obliga a expresar lo que somos y lo que pensamos. Es mucho más fácil sintonizarse con la corriente del momento, aceptándola con una hipocresía premeditada -que se explica en la evolución humana y se respalda en las normas sociales- simplemente porque la realidad es demasiado dura para ser afrontada de modo coherente.

Entonces aceptamos lo que en la sociedad es dominante y nos colocamos en la mejor posición: ser observadores del entorno, o en el mejor de los casos, nos convertirnos en voceros de ella, empleando adjetivos, para vernos más escandalizados.

Este es la fuente que nutre el amarillismo y la rentabilidad de las malas noticias. ¿Pero hasta adonde nos está llevando esa posición de observación sin actuar? Hace no mucho en la Ciudad de México, dos personas que fueron heridas de bala en su auto por un asalto, tardaron varias horas en recibir atención médica porque nadie, en una ciudad poblada por millones de personas, se preocupaba por llamar a los paramédicos; solamente la gente se acercaba a ver a los heridos, comentaba entre sí, pero nadie actuaba para llamar a una ambulancia, aun cuando uno de los heridos se los solicitó expresamente. Así que desesperado decidió salir del auto, caminar a una avenida con mayor circulación y tirarse a la mitad de la calle, para así llamar la atención deteniendo el tráfico con la esperanza de que alguien los atendiera. Sólo así una familia se acercó y les ayudó.

Esta tendencia de observación ha ido en aumento con el paso del tiempo. En 1993 el fotógrafo Kevin Carter tomó la fotografía que aparece al principio de este post en donde un buitre aguarda por la muerte de una pequeña niña enferma. Se dice que el fotógrafo esperó 20 minutos para que el ave abriera sus alas para lograr una foto más dramática. El ave no lo hizo, así que Carter tomó la foto y se fue sin conocer el destino de la niña acechada por esta ave carroñera. El autor de la foto ganó el premio Pulitzer pero la presión social por no haber actuado para alejar al ave fue tan grande que terminó suicidándose.

En estos casi 20 años ha aumentado nuestra capacidad de comunicación de forma inimaginable, pero ha disminuido nuestra capacidad de actuar. Ahora la sociedad no sólo no presiona sino que también, al igual que el fotógrafo, sólo observa sin pensar en las consecuencias de su falta de acción.

Pero la realidad siempre tiene más de un camino. Un año después de tomada esta foto en Sudáfrica Nelson Mandela toma el poder en esta nación como el primer presidente electo democráticamente. Con una curiosa coincidencia de tiempo y geografía, el pensamiento de este hombre nos ofrece una sugerente solución para disolver a la hipócrita observación paralizante:

“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que seamos poderosos más allá de cualquier medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta… Tu pequeñez no le sirve al mundo. Todos podemos brillar, como lo hacen los niños… Y, mientras que dejemos que nuestra propia luz brille, inconscientemente le damos permiso a otra gente a hacer lo mismo. Del mismo modo en que fuimos liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente otros.”

Credito de la foto: Madrid-Mesa


Comentarios

Unknown dijo…
Lo que me llevo a leer esta nota fue la imagen, me indigno la toma es tan increible que por una toma como esa el fotografo no realizara nada y mas aun que llegara a suicidarse, que aunque sin que se sepa si fue por ese motivo, con eso no soluciono nada, lo que debio hacer era ayudar a esa niña aun podia hacer algo y si no por esa niña si por otros que estan en la misma situacion...
es claro que hemos perdido el sentido de observar ahora solo vemos sin analizar ni actuar, cosa que cada dia crece mas, espero y se logre algo en cuestión.

Atte.

Lic. Mercadotecnia Digital