Historias fascinantes

La historia absurda del Monstruo del Espagueti Volador, una ocurrencia de un estudiante para cuestionar la validez de las creencias en torno a la creación, que se ha convertido en una especie de religión, nos demuestra la pasión humana por las historias.

En el post de ayer, cuando cité a Seth Godin, me salté su definición de mercadotecnia, interesante a tal grado que me siguió dando vueltas en el cerebro toda la noche: “Mercadotecnia: el uso del tiempo y dinero para crear una historia y difundirla”

No estoy seguro si ésta es una definición completa, pero sí es altamente sugestiva.

Los sobrevivientes, que no náufragos, crearon una historia y la mercadotecnia lo difundió y lo seguirá haciendo hasta que nos hastiemos.

Google nos fascina todos los días con sus increíbles historias para cambiar el mundo.

Microsoft a cada rato nos sorprende con increíbles historias de fugas de información de sus secretos “celosamente” guardados.

Calderón, un desconocido para la mayoría antes de las elecciones, nos contó una historia de terror y nos aterramos.

Desde esta perspectiva no se necesitan grandes presupuestos, ni sofisticadas tecnologías de difusión para hacer mercadotecnia. Sólo se requieren historias extraordinarias, que fascinen y nos envuelvan, igual que en pasado los abuelos narraban sus fantasías a nietos sobrecogidos por la sorpresa y el temor.

En realidad nada ha cambiado, como humanos seguimos siendo los mismos. Sólo que ahora unos cuantos han encontrado como obtener dinero y poder de nuestras fascinaciones.

Comentarios